jueves, 7 de junio de 2012

HOMENAJE A UNA GRAN POETA: GUANINA





HOLA, PARA AQUELLOS QUE NO ME CONOCEN YO SOY GUANINA, YO SOY ALTISTA, UNA POETA DE LA NUEVA GENERACION DE POETAS DE PUELTO RICO Y PA QUE LO SEPAN POR FIN VOY A ESTAL PRESENTANDO MI POEMARIO ULBANO EN EL FESTIVAL DE LA PALABRA EN OCTUBRE. YA MAYRA LE DIO EL VISTO BUENO. ESTABA BIEN SOLPRENDIA CON LO AVANZADO DE MI ALTE. Y CUANDO ME LO DIJO PUE ME SENTI BIEN CABRON. ASÍ QUE USTEDE ESTAN ANTE UNA ALTISTA DE CATEGORIA Y NO ANTE CUALQUIEL MIELDA QUE SALE Y YA SE CREE ESCRITOR O ESCRITORA. LO MIO E CALIDÁ. Y DESPUE DE ESTE PASO TAN GRANDE QUE VA A EXPERIMENTAL MI CARRERA PUE TIENE QUE GUSTALE MI LIBRO Y SI NO PUE COMO QUIERA SE LO VAN A TENEL QUE MAMAL. BUENO, EL POEMA QUE VOY A COMPALTIL ESTA NOCHE CON USTEDES PUE ESTA INSPIRADO EN UNA DE MIS FANS. BENDITO ELLA E UNA MUCHACHA DE CASTAÑER. CUANDO ME ESCRIBIO PARA FELICITALME POR MI ÉXITO PUE YO EN VELDA NO SABIA DE DONDE CARAJO ERA ELLA. HASTA ME ILUSIONE PENSANDO QUE TENIA UNA ADMIRADORA FUERA DE PUELTO RICO, PERO LA JEVA CON LA QUE ESTOY AHORA ME DIJO QUE CASTAÑER ERA UN BARRIO DEL PUEBLO DE LARES. COMOQUIERA ME PELSIE UN POCO POLQUE SIEMPRE UNO BUSCA TRASENDEL. PERO LO IMPOLTANTE E QUE DE ESA INCELTIDUMBRE PUE NACIÓ ESTA POESÍA QUE SE TITULA, PELDONA SAE, POLQUE ME PUSE A PENSAL BENDITO EN TOA LA GENTE DE LA ISLA Y EN LO MAMABICHO QUE PODEMOS SER NOSOTROS CON ELLO Y DICE ASÍ:

NO BUSCO DEBATIL SOBRE LA DICOTOMIA QUE EXISTE ENTRE LA CIVILIZACION Y LA BALBARIE. ESE TEMA COMO QUE YA ESTA QUEMAO. PERO COMO EL AVE FENIX (EL AVE FENIZ PUE E COMO UNA METAFORA Y SI NO ENTIENDEN PUE PREGUNTENLE A ALGUIEN CUANDO SALGAN DEL TEATRO O VAYAN  A UNA BIBLIOTECA  LITERARIA POLQUE EN VELDA E BIEN PROFUNDO EL SIGNIFICADO. E QUE COMO YO SOY ALTISTA PUE LE TIRO A ESE NIVEL. ESE E MI ALTE Y SI NO LO ENTIENDEN PUE JODANSE PA QUE VIENEN ENTONCES PA ACA A PONEL CARA DE PENDEJO. TU SAE ESA CARA DE Y QUE CARAJO E LO QUE ELLA ESTA DICIENDO POLQUE EN VELDA EN VELDA NO LA ENTIENDO) COMO EL AVE FENIX SIEMPRE VUELVE PA JODELME, PA MAS NA. ESTA VEZ LA RAIZ QUE TOCA ES HONDA Y PROFUNDA (ESTO E UNA REDUNDANCIA SINONIMICA. FOLMA PALTE DE MI ESTILO DE ESCRITURA. LO DIGO COMO YO SE QUE AQUÍ VIENEN PUE MUCHO ESTUDIANTE GRADUADOS DE LITERATURA Y SI LE INTERESA HACEL SU TESIS SOBRE MI ALTE PUE OTRO EJEMPLO DE ESTE ESTILO MIO LO ENCUENTRAN EN EL POEMA KARMA KALMA PA QUE VEAN LA CORRESPONDENCIA Y EL JUEGO DE PALABRAS UN POCO FILOSOFICO QUE EXISTE ENTRE UN POEMA Y OTRO. POL SI ACASO TAMBIEN ESTA EN MI LIBRO POLQUE EN GOOGLE NO LO VAN A ENCONTRAR. ASI DE EXCLUSIVO E MI TRABAJO). POLQUE SIEMPRE HAY UN SOBRAO QUE QUIERE TRASPASALSE, OFENDER Y MENOSPRECIAL A LOS DEMAS. POR ESO YO NUNCA MIRO POR DEBAJO DEL HOMBRO A LA GENTE SINO SIEMPRE DE FRENTE. (CUANDO DIGO ESTA PALTE COMO QUE SE ME PARAN LOS PELO). PA TI VA ESTO. CHUPATE ESTA EN LO QUE TE MONDO LA OTRA. (AQUÍ PUE EMPIEZA LA PALTE CABRONA DEL POEMA POLQUE E COMO UNA DESCALGA EMOCIONAL. ESTUBE TRES DIA ESCRIBIENDOLA POLQUE ME DRENABA MUCHO LA EMOCIONES QUE HASTA SE ME ADELANTO LA MENSTRUACION).  PELDONAME POR NO HABEL CRECIO EN EL AREA ULBANA Y POR NO SABEL MOVELME POR LA FUCKING CIUDAD DE MIELDA. PELDONAME POR NO HABEL IDO MAS ALLA DE LOS MARES QUE SE ARRASTRAN POR  NUESTRAS ORILLAS. PELDONAME POR SEL PALTE DE AQUELLOS QUE DENOMINAN DE LA ISLA. PELDONAME POR NO HABEL CRECIO RODEADA DE CENTROS COMELCIALES BIEN CABRONE, EPRESOS, TAPONES, CASERÍOS, TECATOS QUE PIDEN EN LA CALLE, CINES,  EDIFICIOS GRANDES, RESTAURANTE FINOS Y BARATOS, SITIO DE JANGUEO BIEN COOL, SALAS DE CONCIELTO, PALQUES DE PELOTA Y LUGARES IMPORTANTES Y CULTO PA VISITAL. PELDONAME POR HABEL CRECIO EN UN BARRIO DE LA PERIFERIA, DEL JURUTUNGO VIEJO, DONDE LA IGLESIA, EL CUATRERO O EL CHINCHORRO DE RON DECIDEN TU DESTINO. PELDONAME POR NO SABEL DE MUSICA INTERESANTE, CUANDO LO QUE ME CORRE POR LAS VENAS ES LA CONCIENCIA DE LO POPULAL QUE TOCAN POR KQ105. PELDONAME CUANDO ME QUEDO CALLA Y NO ENCUENTRO QUE DECILTE EN VELDA. PERO SOBRE TODO, PELDONAME QUE NO TE HABLE DE SUCHI NI DE YOGUR GRIEGO, NI DE TODA ESA PENDEJA. NO ME MALINTELPRETES NI LO TOMES A MAL. PERO E QUE A MI ME ENSEÑARON DESDE CHIQUITA QUE TO LO QUE ATRAVIESA EL GASNATE DE LA GALGANTA E MIELDA Y QUE DE ESO YA NO VALÍA LA PENA HABLAL.

 MUCHAS GRACIAS...

miércoles, 6 de junio de 2012

DESEOS DE COSAS IMPOSIBLES





El miércoles, al salir de la oficina del oncólogo, Ana María se tocó la sombra de lo que fueron sus tetas al ver a una mujer amamantando a su hijo en la cafetería de la esquina. “Ya falta poco”, se dijo así misma en forma de consuelo. Tras el inútil sobo, entró a la misma cafetería, optando por sentarse a tres mesas de distancia de aquella mujer, que ya sacándole los gases al hijo desinquieto, se preparaba para irse. Cuando por fin se marchó la mujer, Ana María ordenó algo de comer. “Dame una tripleta con papas fritas y una 7up por favor” le dijo a la muchacha pechugona que servía de mesera. “Sale tripleta con fritas” le gritó al cocinero de cara grasienta. El muy desvergonzado le miraba las tetas como atontado, quizás soñándose sumergido entre aquellas dulces masas insondables. “Pobrecita, al igual que el 80% de la mayoría de las mujeres, todavía no ha aprendido a comprar la talla adecuada de su sostén”, pensó mientras su mirada también se perdía en el pecho de la corpulenta mesera. Su pedido llegó 15 minutos después. Ana María dejó la mitad del sándwich, pero se tomó todo el refresco. Hacía mucho calor allí adentro, sin embargo prefirió dejarse el abrigo que llevaba puesto. Su próximo movimiento fue levantarse para tirar las sobras al zafacón, ubicado en la esquina de la puerta del negocio. Aprovechó la ocasión para echarle una mirada a la oficina del médico que se distinguía claramente desde allí. El Dr. Román le había prometido que conseguiría los resultados de sus exámenes el mismo día. “Doctor, usted sabe que han pasado ya dos años y me gustaría comenzar el proceso de reconstrucción lo antes posible”, le dijo con impaciencia. Solamente había pasado una hora desde que llegó a la cafetería. Todavía era muy temprano para regresar a la oficina en busca de noticias. Fue al mostrador a pedir una taza de café y el periódico local para matar un poco el tiempo. Prefirió sentarse en una mesa desde donde pudiera echarle de vez en cuando un vistazo a la oficina del médico. Miró el periódico con indiferencia, mientras bebía el café a sorbos lentos. Por momentos la cafetería se llenaba de gente y de bullicio con los acontecimientos del día, pero Ana María estaba inmóvil, callada, mirando siempre hacia adelante. Se mantuvo así por casi tres horas. Sin esperárselo, de un sobresalto se levantó de la mesa y corrió de prisa a la oficina del médico. Había visto llegar al mensajero. Al entrar a la oficina, se acomodó el abrigo porque hacía mucho frío allá adentro. La secretaria ya la estaba esperando y sin ella preguntarle nada, le entregó el sobre con los resultados. “Señorita, si gusta puede ubicarse en la sala de espera, el médico la atenderá dentro de media hora”, le dijo sin que sus ojos abandonaran la pantalla del computador. “Si no hay ningún problema vendré mañana a verlo para discutir los resultados. Prácticamente he estado todo el día en la calle y estoy un poco cansada”. Tras esas palabras, Ana María abandonó el lugar.  Respiraba tranquilamente con el sobre seguro bajo el brazo.  A paso lento caminó hacia la parada de autobuses. Al llegar, se sentó en un banco polvoriento. Acomodó el sobre dentro de su cartera. De vez en cuando se distraía viendo los autos que pasaban frente a ella. Poco a poco la parada  fue llenándose de gente, pero ella esquivaba cualquier conversación inoportuna que le interrumpiera su cavilación. “No puedo esperar más tiempo”. Extrajo con cuidado el sobre. Lo abrió con calma, casi en cámara lenta. “El maldito ha vuelto” murmuró. En esos momentos el autobús había llegado y ya la gente se aglomeraba en su desesperación por obtener un buen asiento. “Se va con uno más” profetizó el chofer a todo pulmón. Ana María no se movía y una anciana toda arrugada se le adelantó. Ella no hizo ademán de detenerla, ni mucho menos de propinarle un buen insulto, que era lo acostumbrado en aquellas circunstancias.  Ana María no hacía más que mirar con asombro cómo la anciana acomodaba en el último asiento del vehículo todo el peso de sus arrugas. “El tiempo… el tiempo”, susurraba mientras el autobús se perdía en el caótico tráfico isleño. Una hora más tarde llegó otro. Al subirse, notó que en la primera fila estaban sentados, casi el uno encima del otro, la mesera de la cafetería y el cocinero de cara grasienta. Los miró de soslayo mientras buscaba un lugar que estuviera vacío. En aquel autobús cargado de niños, jóvenes y adultos, Ana María se ubicó en el último asiento del vehículo y mirando siempre hacia el suelo, permaneció inmóvil y callada hasta llegar a su casa.